jueves, 13 de octubre de 2011

"Cuando los androides den sexo se crearán por millones"

Hiroshi Ishiguro, creador de geminoides y jefe de neurorrobótica de la Universidad de Osaka.

Cómo sabe que yo no soy mi geminoide?

No sé. Parece usted una persona.

Usted no sabe que no soy mi geminoide. Y punto. Porque ahora no puede ver qué hay en mi interior: si cables o carne.

Además soy muy despistado.

Usted y todos. Si colocáramos un androide en una situación concreta, digamos sentado aquí en la entrada de CosmoCaixa leyendo el periódico... ¡Usted no sabría que esa persona en realidad es un androide!

Tal vez nadie se daría cuenta.

Hemos hecho varios experimentos con androides en las calles y edificios de Osaka y el 80 por ciento de quienes se cruzaron con ellos los tomaron por humanos. Ahora míreme a mí: ¿cuántos años tengo?

Es una de las preguntas que le tengo que hacer: ¿treinta y cinco?

Cuarenta y siete. Pero me he hecho cirugía estética en toda la cara y el cuerpo.

¿No se gustaba usted?

Me he operado porque creé mi geminoide cuando yo tenía 41 años. Y, desde ese día, todos me comparaban con él. Así que tuve que entrar en el quirófano para no envejecer mientras él seguía siendo joven.

Dorian Gray escribió El retrato de Oscar Wilde... No, perdón, es al revés.

Lo conozco, sí, y sé lo que sintió Wilde al escribirlo. Lo he sentido.

¿La cirugía plástica ha tenido para usted algún efecto indeseable?

Todos los prejuicios anticirugía plástica son como los que hoy se tienen ante la robótica: ¿se acuerda alguien de que la religión condenaba la transfusión de sangre?

¿Siente un placer especial al ver que su geminoide es igualito que usted?

Los geminoides y los androides en realidad no me interesan por sí mismos.

Pero es usted una autoridad mundial.

Mi única motivación para investigar y para seguir viviendo es averiguar qué es el ser humano. Creo androides para saber cómo son las personas.

¿Cómo son las personas?

¿Sabe usted cómo es? ¿Alguien sabe cómo es realmente? ¿Sabe usted cómo actúa? ¿Se ha visto de verdad alguna vez? Porque el espejo sólo es un reflejo pobre y plano, igual que cualquier foto o película de sí mismo.

Y oír la propia voz grabada ya resulta un shock.

¿Qué es la identidad? ¿Es nuestro cuerpo? Hace dos siglos, en Japón, un humano al que le faltara un miembro no era considerado una persona. Hoy reconocemos como personas, afortunadamente, a seres con miembros biomecánicos. Y cada vez hay más: manos, brazos, corazones, piernas robóticas... Y el cuerpo ya no es la identidad.

¿Y?

Si la identidad ya no es el cuerpo... ¿qué es? Tengo a un filósofo y a varios neurocientíficos trabajando en este problema.

Seguro que dan con buenas preguntas.

Es lo que busco. Ahora trabajamos en enviar órdenes a los androides con señales cerebrales. La condición humana es social y, al contactar en ese punto, androides y humanos compartiremos un mismo destino.

¿No es especulación teórica?

Es tecnología. Y ya la tenemos. Podemos hacerlo, pero el Gobierno nos prohíbe realizar implantes cerebrales si no es con fines terapéuticos. Por eso trabajo con la facultad de Medicina, para poder perfeccionar esos implantes. Es una de las últimas fronteras de la robótica. Y ahora mire este vídeo.

¿Está usted dando una clase?

No soy yo. Es mi geminoide.

¿Contesta preguntas?

Las de mis alumnos, quienes, por cierto, me apoyan en mi petición al rectorado de que yo cobre por las clases de mi geminoide.

¡Qué divertido!

No es una broma. Es un paso necesario para que la tecnología avance: el beneficio. Mire este otro vídeo: son robots del Robot Café.

Pero estos robots camareros ¿sabrían reaccionar y chillar si me voy sin pagar?

Aprenden a aprender. Mire este bebé: ¿ve? Ya responde a estímulos imprevisibles.

Aún son juguetes carísimos y sólo al alcance de una minoría.

Nada de minorías. ¡Tome!

¿Qué es esto?

Un androide para iPhone.

¡Es una monada de muñequito!

Pero fíjese en lo importante: no tiene sexo ni edad ni raza.

¿Por qué?

Porque así puede usted adaptarlo en su mente a cada interlocutor. Es la personificación de SIRI, el asistente de voz del iPhone.

Da gustito apretarlo.

Es carne de androide. ¿Sabe qué convertirá a la robótica en masiva?

¿...?

¿Qué fue lo que transformó internet en un fenómeno de masas?

No sé...

El sexo. El 70 por ciento del tráfico de datos en Japón todavía está directa o indirectamente relacionado con el sexo. Cuando los androides den sexo se crearán por millones, porque el provecho económico se disparará. Pero ese no es mi campo.

¿Le molesta ese destino robótico?

Es inevitable. Empecemos por aceptar que somos primates, y en primatología lo primero que sorprende es que el sexo vertebra la jerarquía, las relaciones de intercambio, las conductas del grupo y la cultura. Los androides también llegarán al sexo.

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