Mientras que la Comisión Europea tiene previsto reunirse en septiembre para frenar los mensajes populistas y demagógicos contra los inmigrantes, ciertas etnias y grupos religiosos, el conocido aventador de odios Ajem Choudary, ha impuesto la Sharía en áreas del distrito londinense de East London.
Según informa el Mail Online, Mahometanos “extremistas” han declarado “zonas” sometidas a la Sharía en las que no se puede fumar, beber, bailar, jugar a las cartas, ejercer la prostitución, ni vestir de forma que atente contra el pudor islámico. Y para que sea de conocimiento público qué lugares se hallan libres de homosexuales, porretas y borrachos, se han repartido en las áreas afectadas pegatinas ilustrativas de color amarillo.
Choudary, que afirma tener miles de seguidores, ha declarado haber puesto la primera piedra de lo que será algún día un emirato. El “emirato”, será o no será, pero las violencias ejercidas por los “aplicadores” de la Sharía contra los nativos disidentes y las nativas que no usan el niqab, son actuales y están provocando notable preocupación en no pocos barrios de la capital británica.
El secuaz de Mahoma en Gran Bretaña, ha añadido que:“Impondremos la Sharía con firmeza en las zonas sometidas a nuestro control” y “ esto significa que en nuestros distritos no toleraremos el consumo de drogas ni alcohol, como tampoco el juego, la pornografía, la usura ni la mezcla de ambos sexos en lugares públicos”.
Pero, entre las actividades de los muslimes “británicos”, además de proclamar territorios sometidos a las ocurrencias de su “profeta”, también se encuentra el acoso a los judíos de Manchester, como asegura el Evening News. Según el digital, un mahometano ha sido condenado a una pena privativa de libertad por haber aullado a unos menores hebreos que salían del colegio: “Todos los niños judíos deben morir”.
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